1 junio, 2023

Sebastián Valenzuela: “El acceso a información de calidad es más complejo hoy de lo que era antes”

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En el Nobel Prize Summit 2023, el investigador principal del Núcleo Milenio de Desigualdades y Oportunidades Digitales (NUDOS) y el Instituto Milenio Fundamentos de los Datos (IMFD) participó del lanzamiento del Panel Internacional sobre el Entorno de la Información (IPIE), organización donde el académico UC encabeza la unidad metodológica.

En mayo se realizó la última versión del Nobel Prize Summit y en esta oportunidad la cumbre se enfocó en instalar el debate sobre la importancia del combate a la desinformación y la restauración de la confianza en la ciencia. “¿Cómo podemos generar confianza en la verdad, los hechos y la evidencia científica para así tener un futuro más esperanzador para todos?”, fue la interrogante discutida por Premios Nobel, científicos, líderes empresariales y juveniles en la versión 2023 del evento.

Uno de los invitados fue el académico UC e investigador principal de NUDOS y el IMFD, Sebastián Valenzuela, quien formó parte del lanzamiento oficial del Panel Internacional sobre el Entorno de la Información (IPIE), una nueva organización global independiente que busca recoger evidencia científica respecto a las amenazas del entorno informativo mundial.

¿En qué consiste el panel internacional sobre el entorno de la información?

Es un consorcio internacional de científicos y académicos que están preocupados por las distintas amenazas que está sufriendo el contexto informativo a nivel mundial. El acceso a información de calidad es más complejo hoy de lo que era antes, hay más actores produciendo mala información o información falsa, son más populares y más visibles los discursos de odio tóxicos que contaminan el contexto informativo en el cual nos desenvolvemos. Entonces sabemos que están todas estas amenazas, pero nos ha costado poder calibrar cuál es su impacto, cómo se pueden enfrentar.

En ese sentido, ¿Cuál es el aporte que ustedes pretenden realizar a través del IPIE?

Nosotros creemos que este consorcio puede sintetizar de una manera global la evidencia científica que hay sobre estos distintos elementos con el objetivo de poder, por un lado, ser un centro que sintetice esta información, pero también transferirla a los realizadores de las políticas públicas y decirles “miren, esta es la evidencia que nosotros tenemos sobre cómo funciona esto para que ustedes cuando tomen decisiones de regulación tengan una base empírica sobre la cual operar”.

Esa base empírica está hoy desorganizada, no está ordenada, cuesta acceder e incluso los propios académicos no sabemos muchas veces, por ejemplo, cuánto se sabe de algo y cuánto no se sabe, entonces también queremos tratar de apoyar o dar luces de por dónde debiera ir la investigación a nivel mundial en estos temas, cuáles son las cosas que nos falta conocer porque sin un buen diagnóstico se pueden producir muy malos remedios.

¿Cuándo fuiste convocado a esta organización?

El año 2022, después de la ICA (International Communication Association) de ese año, Philip Howard -uno de los gestores de esta iniciativa- me contactó directamente, me escribió y me contó que está creando este panel internacional de entorno informativo, que si me interesaba participar y que él estaba contactando muchos académicos en torno a este tema. Yo le dije que ya llevaba un buen tiempo investigando temas de desinformación, que me parecía una súper buena iniciativa y que contara conmigo. Al poco tiempo me invitó formalmente para hacerme cargo de la unidad metodológica dentro del IPIE, la que iba a ser muy importante al inicio porque iba a tratar de organizar un poco cómo podríamos llevar adelante el trabajo, qué tipo de trabajo hacer, etcétera. Probablemente yo voy a seguir trabajando uno o dos años más en el cargo que estoy, pero después voy a pasar a ser simplemente miembro porque la idea es que también haya rotación.

TAREAS URGENTES: DESINFORMACIÓN, IA Y SESGOS ALGORÍTMICOS

El IPIE se concibió como una idea en el Nobel Prize Summit 2021 y desde ese momento se ha organizado de forma independiente por investigadores de todo el mundo. Sebastián Valenzuela fue convocado en 2022 para presidir el panel científico del IPIE.

¿Qué labores has realizado como presidente del panel científico?

Lo que hemos ido haciendo en esta primera etapa es encargar ciertos estudios que nosotros consideramos que eran súper importantes de hacer. Uno era una revisión sistemática de la literatura sobre desinformación y redes sociales. Hicimos un análisis de casi 5.000 artículos que se han publicado en Scopus y Web of Science, en revistas indexadas, en torno a cómo combatir la desinformación en términos digitales. Paralelo a eso también encargamos un meta análisis, es decir, un análisis netamente cuantitativo, que recopila los mismos estudios que analizamos de manera cualitativa y extrae cuál es el efecto de estudios para reducir la desinformación. La tercera cuestión que encargamos fue un ejercicio que mezcla lo cuantitativo y cualitativo. Es una encuesta a nivel global dirigida a todos los expertos de temas informativos a nivel mundial. Para esto formamos una base de datos de todos los académicos que han publicado algo sobre desinformación en los últimos ocho años y los contactamos para hacerles la encuesta. Las preguntas estaban orientadas a saber cuáles son las amenazas que ellos ven en sus respectivos países, el entorno informativo en el que viven, cuáles son las soluciones que ellos creen que se podrían adoptar, etcétera.

Para comprender la relevancia de una organización como esta, ¿Cuáles son las principales amenazas que genera la desinformación en términos políticos y sociales?

La desinformación contribuye decididamente a la polarización y el conflicto, además de ocasionar una terrible pérdida de confianza en las instituciones públicas; y no me refiero solo al Gobierno y al Estado, sino también al periodismo, la justicia, la propia ciencia. Cuando hay mucha desinformación, la gente empieza a dudar qué es lo que es verdad y qué es lo que es mentira. Cuando las personas empiezan a dudar también se genera desconfianza ante la información verídica: como se sabe que existe la desinformación,  las personas incluso dudan de los contenidos que son verificados, que son buena información.

El problema cuando se genera mucha sospecha, es que no solamente se hace más difícil la gobernabilidad, sino que incluso corremos el serio riesgo de tomar muy malas decisiones. A mí no me cabe ninguna duda de que la desinformación ha generado muertes, lo que pasa es que ¿cuánto? Es difícil cuantificar esto, y un poco el objetivo que queremos conseguir es tratar de calibrar eso.

Además de la desinformación, ¿Qué otras líneas de investigación tendrá el IPIE?

Una que está muy clara tiene que ver con los sesgos algorítmicos. Vivimos en un mundo donde las plataformas son muy importantes en la vida cotidiana de la gente y estas plataformas funcionan con algoritmos, los cuales si bien a veces hacen más eficiente la distribución de contenido, también conllevan y refuerzan muchos sesgos sociales. Los algoritmos no son neutros en términos raciales, en términos de estereotipar, en términos de premiar contenido que tiene más viralización, pero el problema es que muchas veces lo que se viraliza es contenido tóxico, contenido altamente emocional, etcétera. Entonces, un área que hay que investigar más es la manipulación algorítmica, por decirlo así, porque a veces los algoritmos son trastocados por agentes que quieren causar daño.

Otro tema que está en consideración es la inteligencia artificial, aunque todavía está medio indefinido porque recién estamos pensando cómo lo vamos a enfrentar. Por último, otro tema que también está en el horizonte y en el cual hay muchos interesados al interior del consorcio, es la incivilidad, los discursos tóxicos y los discursos de odio.

“Yo creo que hay hartas expectativas puestas en esto, ahora hay que cumplir esas expectativas”, concluye el académico.

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